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sábado, 8 de junio de 2019

RECUPERACIÓN GRADO DÉCIMO


TALLER DE RECUPERACIÓN
GRADO DÉCIMO
SEGUNDO PERIODO
NOTA: LA ENTREGA DEL TALLER ES EL VIERNES 14 DE JUNIO (DEBE ESTAR FIRMADO POR EL ACUDIENTE, SIN LA FIRMA NO SE RECIBE)


TEMA 1: ENSAYO
ACTIVIDAD: LECTURA DEL LIBRO PDF “DON QUIJOTE DE LA MANCHA CÁP. I Y VIII” Y REALIZAR UN ENSAYO. (3 páginas)

 






TEMA 2: ANÁLISIS SEMÁNTICO
 ACTIVIDAD: INGRESAR AL PDF ANÁLISIS SEMÁNTICO Y DESARROLLAR LOS EJERCICIOS



TEMA 3: MACRO ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA 
 ACTIVIDAD: REALIZAR LA MACRO ESTRUCTURA Y SUPERESTRUCTURA DEL SIGUIENTE  TEXTO

EDITORIAL

VÍAS: MÁS ALLÁ DE LOS DERRUMBES

Las desgracias por el cierre a la vía al Llano obligan a la reflexión y a revaluar los criterios con los que se ejecutan las megaobras de infraestructura. Las carreteras deben ser seguras y funcionales.






<span class="priority-content" mlnid="idcon=33537765;order=2.0">Vías: más allá de los derrumbes</span>

ILUSTRACIÓN MORPHART PUBLICADO HACE 13 HORAS






Imperdonable que las más importantes vías del país, incluidas las de “nueva generación”, colapsen, casi siempre en los mismos sitios y recorridos, en cada temporada invernal, y traigan graves consecuencias para la seguridad ciudadana, la economía y la competitividad del país.
En la construcción de las obras de infraestructura, como en las que hoy, luego de décadas de atraso, está comprometida Colombia, no puede haber cicatería, ni temor a endeudamientos porque su impacto económico es tal, que en la mayoría de los casos se pagan antes de lo estimado.
Desde la semana pasada grandes deslizamientos de tierra tienen bloqueadas la doble calzada a los Llanos y la troncal del Suroeste de Antioquia, esta última con afectaciones sobre la doble calzada 4G, Pacífico Uno. Ayer amaneció cerrada, también por un derrumbe, la troncal del Café, que comunica el Eje Cafetero con Antioquia y otras regiones.
Los problemas de estas vías son tan recurrentes como históricos. Desde hace más de medio siglo, la misma montaña de la cordillera Oriental que bloquea la vía al Llano y en la que el país invierte cerca de $6 billones, se da cuenta de numerosas desgracias. En la peor de ellas (junio 28 de 1974), murieron unas 500 personas al quedar sepultadas por un gigantesco alud.
El mundo moderno exige carreteras seguras y funcionales, antes que económicas. Inexplicable que los planeadores del país, nacionales y locales, se sigan moviendo por la línea de la reducción de costos y solo se detengan a evaluar los expedientes de la naturaleza (fallas geológicas, crecientes súbitas y composición de las montañas) cuando suceden las desgracias.
Los costos del cierre obligado en la Vía al Llano son descomunales. Es de impacto nacional: circulan 10.000 carros diarios y las pérdidas, solo en los primeros dos días, fueron calculadas por los gremios del Meta en $90.000 millones. Peor, en los contratos de concesión firmados en pasados gobiernos no figuran las reparaciones de los daños ocurridos en los puntos críticos (130) del tramo vial, denunció el viceministro de Infraestructura Manuel Felipe Gutiérrez.
El desastre actual obligó a la creación de un mando unificado de atención de desastres para evitar posibles desgracias humanas y demanda gastos por $240.000 millones, la mitad de lo que vale la ejecución del plan nacional de vías terciarias. Del total de la cifra han sido invertidos $85.000 millones.
No solo los Llanos. El precio que ha pagado Antioquia y Medellín por la construcción de sus vías, priorizando la opción más barata, es largo, alto en costos económicos y vidas humanas.
La vía a Las Palmas, hecha en el periodo de gobierno departamental 2004-2007, cuando, según la Veeduría de la Obra, se desechó el trazado original que demandaba varios viaductos y se apostó por uno de menor precio, debido a los desprendimientos de la montaña terminó costando más plata de lo que valía el diseño original. Las Palmas tiene el récord nacional en accidentalidad vial, un alto costo en vidas, discapacitados, accidentes aparatosos y se juega la vida quien la cruce a más de 60 km/h.
Eran otros tiempos en los que las carreteras se hacían siguiendo la ruta de los arrieros, serpenteando montañas y uniendo pueblos en filos y cañones. Imposible ser competitivos si para llevar los productos al mercado local, nacional o internacional se tiene que salir a la puerta de la empresa para ver si está lloviendo o si la carretera está cerrada..